«La cuestión de Palestina se ha convertido en la principal cuestión del mundo. Eso es muy importante. Durante muchos años, lo que intentaba la propaganda oficial de los medios vinculados a Estados Unios y a los acaudalados centros sionistas era hacer que el nombre de Palestina y la causa palestina fueran desvaneciéndose y paulatinamente cayeran en el olvido. Años intentaron que a la gente se le olvidara que una vez hubo algo llamado Palestina. Gastaron dinero para conseguirlo. Hoy, a pesar de ellos, la cuestión principal del mundo es Palestina. En las calles de Londres, en las plazas de París y en las universidades de Estados Unios se corean consignas a favor del pueblo palestino y en contra del régimen sionista. Y Estados Unios, ante el consenso global de los pueblos del mundo, no tiene más remedio que permanecer pasivo y, tarde o temprano, se verá obligado a dejar de apoyar a los sionistas» (