«Nuestro querido Seyed ascendió a los elevados rangos de los mártires, obteniendo así lo que deseaba, pero dejó aquí un recuerdo perdurable, que es Hezbolá. Gracias al coraje, a la clarividencia, al aguante y a la formidable confianza en Dios que él poseía, Hezbolá creció, experimentó un crecimiento extraordinario y se convirtió verdaderamente en una organización a la que un enemigo pertrechado con todo tipo de armas materiales, discursivas, propagandísticas, mediáticas, etc., no ha podido vencer ni podrá, Dios mediante, vencer» (07/11/2024).