«Una de las cosas que reclama la Arrogancia de manera general —incluido, a la cabeza de la Arrogancia, el gobierno de Estados Unidos— a los gobernantes de todos los países, incluidos los responsables de la República Islámica, es que, cuando piensan sobre los diversos asuntos del país, al hacer proyectos y planes, se fijen también en los intereses estadounidenses y tengan en consideración a Estados Unidos. Eso es lo que piden (...). Déjenme decirles que eso constituye una amenaza para la democracia. Si los responsables de nuestro país, del período que sea, prestan oídos a esa expectativa improcedente de los estadounidenses, habrán puesto en peligro la democracia y el carácter republicano del país. ¿Por qué? Porque la gente nos ha votado y nos ha situado en el cargo para que trabajemos por sus intereses, no para que tengamos en cuenta los intereses de Estados Unidos» (08/01/2025).