«Considero necesario evocar en estos días, con motivo del aniversario de su martirio, la memoria del gran muyahid mártir Seyed Hasán Nasralá. Seyed Hasán Nasralá fue un invaluable tesoro para el mundo islámico; no solo para el chiismo o para el Líbano, sino que fue un tesoro para el mundo del Islam. Y por otra parte, ese tesoro no se ha perdido; esa riqueza sigue ahí. Él ya no está, pero esa riqueza que él creó, esa riqueza perdura. La historia del Hezbolá libanés es una historia que continúa. No se debe subestimar a Hezbolá ni debe descuidarse esa considerable riqueza. Es un tesoro para el Líbano y para más allá del Líbano» (23/09/2025).