Durante esta reunión, su Eminencia expresó su gratitud y afecto hacia los parientes de aquellos que sacrificaron su vida por la defensa de los principios islámicos y los elevados ideales de la Revolución Islámica de Irán.

Por su parte, las mujeres hablaron de su amor y lealtad hacia el Islam y la Revolución Islámica.

El Líder Supremo, elogió su espíritu de auto sacrificio, heroísmo, paciencia, perspicacia, fe y rectitud, y reiteró: «La gran recompensa de Dios es la recompensa verdadera de su lealtad y altruismo en el camino del Islam.»