El Ayatolá Seyyed Alí Jamenei, Líder Supremo de la Revolución Islámica, realizó -el día domingo-una visita a las unidades de producción de una fábrica de medicamentos de Teherán. Asimismo, se reunió con los trabajadores ejemplares de la República Islámica de Irán.
Durante el encuentro, su Eminencia señaló que las aspiraciones nacionales, incluyendo la independencia política, dependen de la autosuficiencia e independencia económica.
El Líder Supremo realizó -esta visita- a la fábrica Darupajsh en la víspera del Día del Trabajador, en un año que ha sido designado como el «año de la producción nacional».
A su llegada a las instalaciones de la fábrica, el Ayatolá Jamenei visitó el monumento en memoria a los trabajadores mártires de Irán, donde recitó el primer sura del Corán en honor a sus almas.
Su Eminencia visitó a continuación la unidad esterilizada de fabricación de inyecciones y pastillas e inspeccionó las diferentes etapas de producción, control de calidad y empaque.
Esta unidad que fue diseñada y construida por expertos nacionales en el lapso de un año, se especializa en la producción de hormonas del crecimiento, las cuales hace unos meses eran monopolio exclusivo de algunos países occidentales.
Simultáneo a la visita del Líder Supremo de la Revolución Islámica, la fábrica lanzó al mercado su ‘Enoxaparin 6000', un anticoagulante inyectable.
Marziya Vahid Dastdyerdi, ministra de salud, dijo -durante la reunión- que en el país hay 100 fábricas de producción de medicamentos, catorce de las cuales participan en investigaciones biológicas.
Por otra parte, el Ayatolá Jamenei felicitó en ocasión de la ‘semana del trabajo' tanto a los presentes como a toda la nación, y agregó: «Os he visitado porque quería expresaros mi gratitud, nobles obreros de Irán.»
Su Eminencia dijo que el trabajo en su sentido general, resulta ser un elemento vital para toda sociedad, y agregó que a diferencia de los sistemas socialista y capitalista, el Islam tiene una conducta sincera hacia los trabajadores y considera el trabajo como un valor y una fuente de valores.
El Líder Supremo instó a fomentar y fortalecer la institucionalización de la actitud islámica en la agenda laboral y se refirió al capital y al trabajo como dos alas de la producción nacional.
El Ayatolá Jamenei reiteró su advertencia de que el enemigo está enfocando sus conspiraciones en los asuntos económicos del país, y reiteró: «Pese a ello, la nación iraní superará todos los obstáculos, tal como lo ha hecho en el pasado.»
Su Eminencia dijo que los tres poderes del Estado, el sector privado y toda la nación deben unirse a la campaña por el consumo de productos nacionales.»