Durante su alocución, su Eminencia dijo que confía plenamente en que la nación iraní, con su perseverancia y unidad, hará fracasar todas las conspiraciones de los enemigos.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica enfatizó que «desde el triunfo de la Revolución Islámica, el pueblo iraní ha logrado neutralizar y anular las distintas conspiraciones de los enemigos».

«Tenemos plena esperanza en que con las bendiciones y el favor de Dios Todopoderoso, el pueblo iraní alcanzará -con dignidad y firmeza-las cúspides del progreso», agregó el Ayatolá Jamenei.

Asimismo, su Eminencia reiteró que «los fallidos esfuerzos de los enemigos por doblegar a la nación iraní durante los últimos treinta años, constituyen una muestra clara del poderío del sistema islámico y del pueblo iraní.»

Por otra parte, el Líder Supremo exhortó a toda la nación y especialmente a los funcionarios del país, a mantenerse alerta y apartarse de cualquier provocación o intriga de los enemigos de la República Islámica.

«En la actualidad, Irán está lidiando una gran batalla de voluntades; sin embargo, el país no se siente impotente ni débil ante los obstáculos, sean estos naturales o impuestos», aseveró el Ayatolá Jamenei.

Su Eminencia dijo que el país alcanzará nuevos avances, siempre y cuando el pueblo iraní, sus funcionarios y los distintos órganos del Estado, se mantengan unidos.

«Pero sobre todo, para ello se necesita que la gente cumpla con su responsabilidad», agregó el Líder Supremo.

Además, el Ayatolá Jamenei advirtiéndole a las autoridades iraníes sobre las diversas conspiraciones de los enemigos y sus miles de maniobras, a fin de lograr sus malvados objetivos, dijo: «Entre la gama de estrategias que emplean los enemigos, destacan: las sanciones, los ataques militares, la guerra blanda y la invasión cultural.»