Su Eminencia - a través de un mensaje transmitido por su representante el Huyyatulislam Mohsen Qomi durante el cortejo fúnebre de las víctimas de dicho atentado - señaló que el pueblo iraní se ha dado cuenta de que la arrogancia mundial no quiere ver la dignidad, fuerza y poder de la comunidad islámica (Ummah).

«Los enemigos no quieren ver el enriquecimiento de uranio en nuestro país y éste es un problema entre el Islam y sus enemigos», reiteró.

El pasado 15 de diciembre, al menos 39 personas murieron y otras 95 resultaron heridas después de que una bomba estallase durante una ceremonia de luto por el martirio del Imam Husain (P), en la ciudad de Chabahar, en la provincia de Sistán y Baluchistán. La agrupación terrorista Yundollah, con sede en Pakistán, ya ha reivindicado el ataque.

Este viernes se realizó la ceremonia fúnebre y entierro de los cuerpos de ocho de las víctimas en un cementerio local, en Chabahar, mientras que los cuerpos de las otras víctimas fueron trasladados a sus propias localidades.

La ceremonia contó con la presencia de una delegación de alto nivel, encabezada por el Ministro del Interior de la República Islámica de Irán, Sr. Mustafa Muhammad Nayyar, representantes de la oficina del Líder Supremo, del gobierno y el parlamento.