«¡Cuidado con las nanas del enemigo!»
«Déjenme ahora decir unas palabras sobre algunas particularidades de la vida y la personalidad del Príncipe de los Creyentes, quien en todas ellas se hallaba en lo más alto (...). Dice: “Juro por Dios no ser como la hiena, que con un leve arrullo se duerme” (1). De modo resumido, lo que signifi...