«Lo que quiero decir es que los occidentales no sienten lástima por la mujer iraní, como para decir que sus derechos deban respetarse; lo que tienen por la mujer iraní es odio. Con toda seguridad, de no haber sido por la participación de las mujeres, la Revolución Islámica no habría triunfado. Lo digo habiendo estado en el centro de los acontecimientos de la Revolución Islámica. Si las mujeres no hubieran participado en aquellas inmensas concentraciones, la Revolución Islámica no habría triunfado. Si las mujeres hubieran querido oponerse a la actuación en aquello de sus maridos o de sus hijos, todo habría acabado de otra manera distinta. En la guerra de Saddam contra Irán, igual. Fueron ellas quienes avivaron aquellos arrojos y aquellos sacrificios en los corazones de aquellos jóvenes, de aquellos hombres. Y esos otros odian a las mujeres iraníes» (05/04/2023).