«Nuestro país entró en decadencia y declive a partir del período en que entró en el país el colonialismo. Por más que nosotros nunca fuimos colonia, en el fondo sí hubo colonización; es decir, hubo dominio de gobiernos y culturas extranjeras en el país. Por ejemplo, desde los años 1800 del calendario cristiano, cuando por primera vez entró un agente inglés en el país desde India y llegó a Bandar Abbás o a Bushehr —ahora no recuerdo con exactitud—, empezó a corromper. En cuanto llegó, sobornó al gobernador de la primera ciudad a la que llegó, hizo de él uno de los suyos y luego, con su ayuda, fue a la segunda ciudad; allá también sobornó, hasta que llegó a Teherán. Sobornó al shah, sobornó a los príncipes… fue en tiempos de Fath Alí Shah. En definitiva, se hicieron con el dominio, nos quitaron nuestra cultura, nos privaron de desarrollo científico y nos mantuvieron en niveles muy bajos y mezquinos en cuanto a comprensión y aspiraciones políticas, hasta la Revolución. La Revolución avanzó exactamente en el sentido contrario; propició que el país diera un salto» (15/06/2024).