«En nuestro país, algunos políticos se imaginan que deben engancharse a esta potencia o a la otra y que, sin engancharse a tal gran potencia de renombre, en el país no se puede avanzar. Algunos piensan así. O bien se figuran que todas las vías hacia el progreso pasan por EEUU. Pues no (...). Esas personas que tienen la vista puesta fuera de las fronteras del país no ven esas capacidades, y cuando no las ven, cuando no las valoran, como es natural no hacen planes para aprovecharlas (...). Cuando a veces nosotros decimos este tipo de cosas en pláticas y discursos, algunos o bien deliran o bien escriben que eso lo que significa es construir una valla alrededor del país y no tener relaciones con el mundo. No, ¡de ninguna manera! (...). Desde el principio, creí en las relaciones con todo el mundo con una o dos excepciones. Hubo un tiempo, al principio de la Revolución Islámica, en que África del Sur era un país en el que regía la discriminación racial y nosotros cortamos nuestra relación con África del Sur. Luego, desapareció la discriminación racial y nosotros restablecimos lazos, y nuestras relaciones son buenas. Lo que hace que se corte la relación debe desaparecer. Por lo demás, nosotros creemos en las relaciones con todo el mundo (...). Por tanto, cuando decimos que no debemos tener la vista puesta en los extranjeros, eso no quiere decir que se corten relaciones. Quiere decir valentía como nación; quiere decir soberanía nacional» (25/06/2024).