«[Nosotros, los musulmanes], hemos de crear unidad entre nosotros mismos. Las diferencias de gustos, las diferencias de parecer, las divergencias políticas, etc., no deben afectar a la cooperación, la acción y el avance conjunto de la nación, a la concordia de la nación. Debemos perseguir metas reales. Si eso sucede, el enemigo no podrá ya dar permiso a un ser repugnante, corrupto y ruin como el régimen sionista para que cometa todos estos crímenes en esta región» (