«Estados Unidos dice que no debemos tener enriquecimiento alguno en absoluto. ¿Y eso qué significa? ¡Que debemos destruir este gran logro por el cual nuestro país ha trabajado tan duramente! El pueblo de Irán le da una bofetada en la boca al que dice eso y no lo acepta», ha dicho el Líder de la Revolución Islámica en un discurso televisado.

Su eminencia ha evocado en su intervención la agresión militar lanzada en junio contra Irán: «Vinieron y bombardearon las instalaciones de enriquecimiento (de uranio)», pero ha recordado que «el enriquecimiento es ciencia, y la ciencia no se puede eliminar», antes de recalcar que el conocimiento «no desaparece con bombas, con amenazas, con cosas de ese tipo».

Irán, ha insistido el máximo dignatario persa, «ni se ha rendido ni se rendirá ante las presiones en lo que se refiere al enriquecimiento», como tampoco lo ha hecho ni lo hará «en ningún otro asunto». El enriquecimiento de uranio bruto, ha elaborado argumentando la negativa iraní a renunciar a dicho proceso, convierte dicho metal en un material de gran valor y utilidad para la vida de la gente en numerosos aspectos, entre los cuales ha citado usos en agricultura, medioambiente y generación de energía eléctrica.

ENRIQUECIMIENTO AL 60 %: IRÁN NO TIENE PLANES PARA FABRICAR ARMAS NUCLEARES

Desarrollando la postura de la República Islámica, el ayatolá Jameneí ha señalado que Irán enriquece su uranio a un nivel del 60 %, a diferencia de los países que quieren fabricar armas atómicas, que lo hacen incluso hasta el 90 %. «Nosotros, al no necesitar armas y tener decidido no poseer armamento nuclear, lo elevamos hasta el 60 %», ha explicado.

«Hay diez países capaces de enriquecer uranio, y uno de ellos es el Irán Islámico. Los otros nueve tienen la bomba nuclear; somos nosotros los que ni la tenemos ni la tendremos; no tenemos planeado usar armas nucleares, pero sí dominamos la tecnología del enriquecimiento», ha insistido su eminencia.

NEGOCIAR BAJO AMENAZAS PERJUDICARÍA A IRÁN

Respecto a la posibilidad de negociaciones con el gobierno estadounidense, el Líder de la Revolución Islámica ha estimado que, «en la situación actual», tales negociaciones no reportarían beneficio alguno a Irán, «ya que la parte estadounidense ha determinado de antemano el resultado de la negociación: el cese del enriquecimiento nuclear en Irán». «¿Eso es negociar?», se ha preguntado el ayatolá Jameneí, para acto seguido calificar de «dictado» lo que busca Washington.

Negociar con Estados Unidos, ha proseguido, sería de hecho perjudicial para Irán, dadas las amenazas con nuevos bombardeos proferidas por las autoridades norteamericanas: «Han amenazado con que, si no negociamos, bombardearán; y aceptar tal negociación sería señal de que Irán es susceptible a las amenazas. Negociar con esa amenaza de por medio significa que ante las amenazas nos asustaremos y nos rendiremos».

Para quien sí serían útiles unas hipotéticas negociaciones entre Teherán y Washington, ha observado el Líder persa, es para el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien aprovecharía para jactarse de cómo consiguió forzar a Irán a sentarse en una mesa de negociaciones mediante intimidaciones. «Si esa susceptibilidad a las amenazas llega a materializarse, ya no tendrá fin, y eso para nosotros sería puro perjuicio», ha advertido.