Después del bendito Ramadán, mes en que los musulmanes ayunan y se entregan en adoración a Dios, la nación creyente y monoteísta de Irán realizó en todo el país -en un ambiente de unidad, agradecimiento al Creador y cordialidad- la oración de la «Fiesta del Fitr», que puso sello a treinta días de esplendor espiritual.
El Líder Supremo de la Revolución Islámica, el Ayatolá Jamenei, advirtió este domingo a la comunidad islámica mundial (Ummah) sobre las conspiraciones de los enemigos, que pretenden crear discordia y división entre los musulmanes.
Hoy, el día del bendito Eid al-Fitr, bajo las luces del monoteísmo y la fe de la noble gente de esta tierra, se convirtió en una majestuosa congregación de iraníes alabando y adorando a Dios, así, la creyente nación ha pedido sus mejores anhelos y súplicas a su generoso Dios.
El Líder Supremo de la Revolución Islámica, el Ayatolá Sayyed Ali Jamenei, dijo este viernes que los acontecimientos en curso en el norte de África y otras partes del Mundo Islámico son el eco de la voz de la nación iraní.
La nación creyente y gloriosa de Irán, con agradecimiento sincero por el mes del ayuno, celebró la mañana de hoy la fiesta de Eid Al-Fitr, lo que constituyó una esplendorosa muestra de espiritualidad.
El Líder Supremo de la Revolución Islámica, Ayatolá Seyyed Ali Jamenei, dirigió la oración colectiva del viernes en Teherán, la cual fue concurrida por multitudes de creyentes que se encuentran ayunando en este mes bendito de Ramadán y que lo recibieron repitiendo al unísono consignas como «El poder de Dios está sobre nosotros y Jamenei es nuestro Líder».
En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso
La oración del viernes de Teherán fue un acto repleto de espiritualidad y del recuerdo perfumado del Imam Mahdi (P).