Tras las amplias protestas populares que tienen lugar en Estados Unidos a causa del salvaje asesinato de un joven negro más por la Policía norteamericana, KHAMENEI.IR publica una selección de declaraciones del Líder de la Revolución Islámica sobre la cuestión de la discriminación racial y la vulneración de los derechos de las personas de color en ese país.
Con ocasión del Día de Al-Quds, el portal de información KHAMENEI.IR publica un apunte en el que se analizan y explican, sobre la base de las declaraciones de su eminencia el ayatolá Jameneí, Líder Supremo de la Revolución Islámica, la posición y la política de la República Islámica de Irán respecto a la cuestión de Palestina y a la única solución a la crisis histórica creada por la ocupación de esa tierra por los sionistas.
No es más difícil que triunfe el pueblo palestino en la restauración de sus derechos que el triunfo de Irán en la Revolución islámica.
En ausencia de seres humanos íntegros, el mundo es un fenómeno sin alma, ciego y oscuro. Lo que confiere a este mundo terrenal alma, valor, luz, significado y contenido son las personas íntegras.
El 30 de diciembre de 2019, el ayatolá Jameneí abordó la explicación de un hadiz en el que Aisha, la esposa del Profeta, habla de la dignidad de la eminente Fátima al-Zahra (con ella la paz).
«Miren ustedes en qué situación está hoy el mundo, en las garras sangrientas de la Arrogancia mundial. Lo de hoy en día es la misma historia del colonialismo, solo que con nuevos métodos.»
“En realidad, la familia la crea y la administra la mujer; sépanlo. El elemento fundamental de la familia es la mujer, no el hombre. Sin un hombre, puede haber una familia. Si, pongamos por caso, en una familia el hombre de la casa está ausente o fallece, la mujer de la familia, si es inteligente, prudente y sabe administrar la casa, mantiene la familia. Pero, si a una familia le quitan la mujer, el hombre no puede mantenerla. Por lo tanto, la familia la preserva la mujer.”
En uno de sus últimos discursos, el Líder de la Revolución recordó cómo gente de la ciudad de Qom preparó, con una acción surgida de su fe y su celo religioso, las condiciones en que se desarrolló una revolución que sacudió al mundo y cambió el sentido de la historia de Irán, de Asia Occidental y acaso del mundo.